Sitios y escenas de Orizaba y Córdoba (6) - Druckversion +- Sonett-Forum (https://sonett-archiv.com/forum) +-- Forum: Sonett-Archiv (https://sonett-archiv.com/forum/forumdisplay.php?fid=126) +--- Forum: Sonette aus romanischen Sprachen (https://sonett-archiv.com/forum/forumdisplay.php?fid=857) +---- Forum: Spanische Sonette (https://sonett-archiv.com/forum/forumdisplay.php?fid=403) +----- Forum: Autoren PQ (https://sonett-archiv.com/forum/forumdisplay.php?fid=573) +------ Forum: Pesado, José Joaquín (https://sonett-archiv.com/forum/forumdisplay.php?fid=547) +------ Thema: Sitios y escenas de Orizaba y Córdoba (6) (/showthread.php?tid=7922) |
Sitios y escenas de Orizaba y Córdoba (6) - ZaunköniG - 24.08.2010 Sitios y escenas de Orizaba y Córdoba Las cumbres de Aculcingo Desciende de la excelsa cordillera al valle profundísimo el camino, trozando bosques de laurel y pino que revisten sus cumbres y ladera. Baña de luces la inflamada esfera el uno y otro monte convecino, y el arroyo que baja cristalino y el pintoresco pueblo y la pradera. Y prosigue la senda dilatada entre las aguas y la arboleda umbría que llenan de frescura la cañada; y al fin de la calzada y la alquería descúbrese la villa celebrada, mansión feliz de la adorada mía. La cascada de Barrio Nuevo Crecida, hinchada, turbia, la corriente trocos y peñas con furor arrumba, y bate los cimientos y trastumba la falda, al monte de enriscada frente. A mayores abismos impaciente el raudal espumoso se derrumba: la tierra gime, el eco que retumba se extiende por los campos lentamente. Apoyado en un pino el viejo río, alzando entrambas sienes, coronadas, de ruda encina y arrayán bravío, entre el iris y nieblas levantadas, ansioso por llegar al mar umbrío, a loas ondas increpa amotinadas. El camino de Orizaba a Córdoba Del Orizaba fértil a la espalda, que erizada de cedros se defiende de los rayos del sol, la vía se extiende de una a la otra ciudad, sobre la falda. El naranjo sus ramas de esmeralda, y el plátano vivaz sus hojas tiende aquí y allí. De trecho en trecho pende la hiedra, que hace al valladar guirnalda. Por ingenios de caña y cafetales, ya mansos, ya turgentes, van los ríos, que más allá despeñan sus raudales; y cabañas, ganados, laboríos, pueblos, valles y alturas desiguales encantan por doquier los ojos míos. El viento sur Sobre el coro de estrellas que fulgura do el Centauro del Sur gira despacio, sale el Austro feroz de su palacio, numen terrible de venganza dura. Blondo el cabello, armada la cintura, sus ojos como llamas de topacio, volando, dejan ver en el espacio los pliegues de su roja vestidura. Abre a un punto las puertas a los vientos, arrebata las plantas y las flores, amenaza turbar los elementos; y doblando sus iras y furores, esparce en remolinos turbulentos aridez, sequedad,, polvo y ardores. El viento norte El retirado Bóreas que en los Triones impera, anciano, con dominio pleno, hace llamar así con voz de trueno las nubes en espesos escuadrones. A mantener sus triunfos y blasones terrible se adelanta, aunque sereno, y a su adversario, de despecho lleno, arroja a las antárticas regiones. Tendido pabellón de gruesa niebla vela su cana frente veneranda, y larga barba que su rostro puebla; y de su trono, entre las nieves, manda que de a la tierra su frescor la niebla, y riego el cielo con su lluvia blanda. Una tempestad, de noche, en Orizaba El carro del Señor, arrebatado de noche, en tempestad que ruge y crece, los cielos de los cielos estremece, entre los torbellinos y el nublado. De súbito, el relámpago inflamado rompe la oscuridad y resplandece; y bañado de luces, aparece sobre los montes el volcán nevado. Arde el bosque, de viva llama herido; y semeja de fuego la corriente del río, por los campos extendido. Al terrible fragor del rayo ardiente lanza del pecho triste y abatido, clamor de angustia la aterrada gente. |