12.05.2009, 12:30
En mi prisión y en mi profunda pena
sólo el llanto me hace compañía,
y el horrendo metal que noche y día
en torno al pie molestamente suena.
No vine a este rigor por culpa ajena;
yo dejé el ocio y paz en que vivía,
y corrí al mal, corrí a la llama mía
y muero ardiendo en áspera cadena.
Así del manso mar en la llanura,
levantando la frente onda lozana,
la tierra al agua en que nació prefiere,
mueve su pompa a la ribera, ufana,
y cuanto más sus cercos apresura,
rota más presto en las arenas muere.
sólo el llanto me hace compañía,
y el horrendo metal que noche y día
en torno al pie molestamente suena.
No vine a este rigor por culpa ajena;
yo dejé el ocio y paz en que vivía,
y corrí al mal, corrí a la llama mía
y muero ardiendo en áspera cadena.
Así del manso mar en la llanura,
levantando la frente onda lozana,
la tierra al agua en que nació prefiere,
mueve su pompa a la ribera, ufana,
y cuanto más sus cercos apresura,
rota más presto en las arenas muere.