12.08.2010, 15:47
Ambrosio Echemendia
Cuba
Al Damují
No ha mucho tiempo, caudaloso río,
murmuraban tus aguas quejumbrosas,
bañando tristes las pajizas chozas
que formaban tu pobre caserío.
El Progreso escuchó tu murmurío,
y en tus incultas márgenes hojosas,
brotó Cienfuegos, como en frescas rosas
gentil capullo en el ardiente estío.
¿Será cual tú mi genio desgraciado
que en silencioso vegetal se inspira?
¿Vendrá el Progreso a revocar su hado?
Si es cierto, Damují, ¡ay! en mi lira,
al mudar cual tus linfas a otro estado...
¡te promete cantar quien hoy suspira!
Cuba
Al Damují
No ha mucho tiempo, caudaloso río,
murmuraban tus aguas quejumbrosas,
bañando tristes las pajizas chozas
que formaban tu pobre caserío.
El Progreso escuchó tu murmurío,
y en tus incultas márgenes hojosas,
brotó Cienfuegos, como en frescas rosas
gentil capullo en el ardiente estío.
¿Será cual tú mi genio desgraciado
que en silencioso vegetal se inspira?
¿Vendrá el Progreso a revocar su hado?
Si es cierto, Damují, ¡ay! en mi lira,
al mudar cual tus linfas a otro estado...
¡te promete cantar quien hoy suspira!