21.08.2010, 07:22
Acosta, Ignacio María
Cuba. 1814 - 1871
No luce el sol en el oriente un día
sin que nazca en mi pecho una esperanza;
mas ese bien de la ilusión no alcanza
a dar consuelo a mi desgracia impía.
El prisma hermoso de la infancia mía
hízome ver la dicha en lontananza,
y soñar ese bien que no se alcanza
y con delirio el corazón ansía.
Pasaron mis risueñas mocedades:
el cabello se encuentra encanecido,
sin fuerza ni vigor mis facultades.
Despierto del letargo en que he dormido;
quiero gozar al fin las realidades,
y encuentro sólo que ilusión ha sido.
Cuba. 1814 - 1871
No luce el sol en el oriente un día
sin que nazca en mi pecho una esperanza;
mas ese bien de la ilusión no alcanza
a dar consuelo a mi desgracia impía.
El prisma hermoso de la infancia mía
hízome ver la dicha en lontananza,
y soñar ese bien que no se alcanza
y con delirio el corazón ansía.
Pasaron mis risueñas mocedades:
el cabello se encuentra encanecido,
sin fuerza ni vigor mis facultades.
Despierto del letargo en que he dormido;
quiero gozar al fin las realidades,
y encuentro sólo que ilusión ha sido.