21.08.2010, 12:44
¡Ah, pobre madre mía idolatrada:
yo te juré vivir mientras vivieras;
y aunque bien sé que sin cesar me esperas,
tú no quieres que acorte la jornada!
¡Porque tú estás en mí reconcentrada,
como si el todo de mi vida fueras:
«¡Madre -te juré yo- mientras no mueras,
esta existencia atroz será sagrada!»
¡Y como tú no has muerto -aunque a la fosa
dicen que te llevé- porque te siento
junto a mí, más querida y cariñosa,
no sé si al exhalar mi último aliento,
hoy por mi voluntad, madre piadosa,
será o no quebrantar mi juramento!
yo te juré vivir mientras vivieras;
y aunque bien sé que sin cesar me esperas,
tú no quieres que acorte la jornada!
¡Porque tú estás en mí reconcentrada,
como si el todo de mi vida fueras:
«¡Madre -te juré yo- mientras no mueras,
esta existencia atroz será sagrada!»
¡Y como tú no has muerto -aunque a la fosa
dicen que te llevé- porque te siento
junto a mí, más querida y cariñosa,
no sé si al exhalar mi último aliento,
hoy por mi voluntad, madre piadosa,
será o no quebrantar mi juramento!