21.08.2010, 12:51
En Usacurí
(De Mi retiro y otros poemas)
Un inmenso arenal; dunas desiertas
álzanse allí, sinuosas, a millares;
los árboles sin nidos, sin cantares
con las hojas raquíticas y yertas.
Sólo las golondrinas sus alertas
dan al marcharse a sus antiguos lares,
lejos del sitio aquél, donde los mares
dejaron al azar sus conchas muertas.
Las brisas al pasar, su soplo débil
dan a una flor pequeña y delicada
que al suelo inclina su corola débil
y que suelo llamar «La flor del muerto»
que se parece a ti, niña adorada,
flor de mi triste corazón desierto.
(De Mi retiro y otros poemas)
Un inmenso arenal; dunas desiertas
álzanse allí, sinuosas, a millares;
los árboles sin nidos, sin cantares
con las hojas raquíticas y yertas.
Sólo las golondrinas sus alertas
dan al marcharse a sus antiguos lares,
lejos del sitio aquél, donde los mares
dejaron al azar sus conchas muertas.
Las brisas al pasar, su soplo débil
dan a una flor pequeña y delicada
que al suelo inclina su corola débil
y que suelo llamar «La flor del muerto»
que se parece a ti, niña adorada,
flor de mi triste corazón desierto.