21.08.2010, 13:19
A la aurora
¡Salud, hija del sol! ¡cándida Aurora!
Cuya flotante túnica de rosas
empapada en esencias amorosas,
perfuma el seno de la verde Flora:
Fresca guirnalda de jazmín decora
tus nacaradas sienes primorosas;
y tus nítidas pomas voluptuosas
encendido carmín tiñe y colora.
Apacible cual tú: cual tú divina,
cuando al dudoso albor del claro día
la ebúrnea concha riges purpurina;
tan bella, entre mis brazos sonreía,
no bien despierta tímida Corina,
en el tiempo feliz que Dios quería.
¡Salud, hija del sol! ¡cándida Aurora!
Cuya flotante túnica de rosas
empapada en esencias amorosas,
perfuma el seno de la verde Flora:
Fresca guirnalda de jazmín decora
tus nacaradas sienes primorosas;
y tus nítidas pomas voluptuosas
encendido carmín tiñe y colora.
Apacible cual tú: cual tú divina,
cuando al dudoso albor del claro día
la ebúrnea concha riges purpurina;
tan bella, entre mis brazos sonreía,
no bien despierta tímida Corina,
en el tiempo feliz que Dios quería.