21.08.2010, 13:28
Bebamos
No lo quiero saber, no me lo cuentes;
pasó lo que pasó y estoy sereno;
me importa poco que en tu blanco seno
aniden ruiseñores o serpientes.
Deja a su antojo murmurar las gentes
a cuya lengua nadie puso freno,
¿me calumnia? mejor; ¿me envidian? bueno,
siempre el mar se burló de los torrentes.
¿Quién del vino que liba entusiasmado
la pureza y el mérito contrasta?
Tu vino era exquisito; lo he probado.
Y aunque es, dicen, la vid de mala casta,
las horas que el amor nos ha durado
¿no hemos sido felices? Pues ya basta.
No lo quiero saber, no me lo cuentes;
pasó lo que pasó y estoy sereno;
me importa poco que en tu blanco seno
aniden ruiseñores o serpientes.
Deja a su antojo murmurar las gentes
a cuya lengua nadie puso freno,
¿me calumnia? mejor; ¿me envidian? bueno,
siempre el mar se burló de los torrentes.
¿Quién del vino que liba entusiasmado
la pureza y el mérito contrasta?
Tu vino era exquisito; lo he probado.
Y aunque es, dicen, la vid de mala casta,
las horas que el amor nos ha durado
¿no hemos sido felices? Pues ya basta.