21.08.2010, 14:21
Retrato de un caballero pobre
Nació entre sol y sombra una alborada
impresa ya en su labio la sonrisa,
y vivió como aquel que tiene prisa
de llegar al final de la jornada.
Solamente hacer bien, o no hacer nada,
fue su preocupación y su divisa,
y hasta por ayudar, ayudó a misa
por otro, y no por él, encomendada.
Jamás en elevarse puso empeño,
ni pueril vanidad ni ansia importuna
quitáronle apetito, humor o sueño.
Con las hembras logró mala fortuna;
le quisieron tan pocas para dueño,
que ser no quiso esclavo de ninguna.
Nació entre sol y sombra una alborada
impresa ya en su labio la sonrisa,
y vivió como aquel que tiene prisa
de llegar al final de la jornada.
Solamente hacer bien, o no hacer nada,
fue su preocupación y su divisa,
y hasta por ayudar, ayudó a misa
por otro, y no por él, encomendada.
Jamás en elevarse puso empeño,
ni pueril vanidad ni ansia importuna
quitáronle apetito, humor o sueño.
Con las hembras logró mala fortuna;
le quisieron tan pocas para dueño,
que ser no quiso esclavo de ninguna.