22.08.2010, 00:35
El descreimiento
(A S. M. la reina Dª Isabel II)
Más que la luz de la razón humana,
amo la oscuridad de mi deseo,
y más que la verdad de cuanto veo,
quiero el error de mi esperanza vana.
Tenéis razón, hermosa Soberana,
que no sé cuándo dudo y cuándo creo;
si hoy, comparado a mi, todo es ateo,
tal vez de todo dudaré mañana.
Entre creer y dudar, mi alma indecisa
mientras pasa esta vida de quebranto,
que es eterna en dar fin, yendo de prisa,
el dudar y el creer confundo tanto,
que unas veces mi llanto acaba en risa,
y otras veces mi risa acaba en llanto.
(A S. M. la reina Dª Isabel II)
Más que la luz de la razón humana,
amo la oscuridad de mi deseo,
y más que la verdad de cuanto veo,
quiero el error de mi esperanza vana.
Tenéis razón, hermosa Soberana,
que no sé cuándo dudo y cuándo creo;
si hoy, comparado a mi, todo es ateo,
tal vez de todo dudaré mañana.
Entre creer y dudar, mi alma indecisa
mientras pasa esta vida de quebranto,
que es eterna en dar fin, yendo de prisa,
el dudar y el creer confundo tanto,
que unas veces mi llanto acaba en risa,
y otras veces mi risa acaba en llanto.