22.08.2010, 00:37
Los celos
Ya a traición, ya a traición, en el costado
me hiciste, infame, la mortal herida,
y subo este calvario de la vida,
el corazón de espinas coronado.
Nombre maldito a un tiempo y nombre amado,
¡quién pudiera no amarte maldecida!
¡Dichoso aquel que indiferente olvida,
y puede perdonar y es perdonado!
¡Vil homicida del amor más tierno,
que lleves quiera Dios siempre contigo,
después de un grande amor un odio eterno;
y mueras inconfesa y por castigo,
odiándome y odiada en el infierno,
adonde iré por ti, vivas conmigo!
Ya a traición, ya a traición, en el costado
me hiciste, infame, la mortal herida,
y subo este calvario de la vida,
el corazón de espinas coronado.
Nombre maldito a un tiempo y nombre amado,
¡quién pudiera no amarte maldecida!
¡Dichoso aquel que indiferente olvida,
y puede perdonar y es perdonado!
¡Vil homicida del amor más tierno,
que lleves quiera Dios siempre contigo,
después de un grande amor un odio eterno;
y mueras inconfesa y por castigo,
odiándome y odiada en el infierno,
adonde iré por ti, vivas conmigo!