23.08.2010, 08:36
Al tiempo
¿Y no hay refugio, oh tiempo, y altanera
pasará tu segur en mi garganta,
sin que afligida el alma en pena tanta
pueda hallar contra ti firme barrera?
No oyes mis quejas: en mi angustia fiera
el batir de tus alas no me espanta;
que aun derribado ya bajo tu planta,
luchara ardiente si posible fuera.
¡Ay! deshecho el timón, quebrado el cable,
flotante sobre un piélago enemigo,
mísero ruega al ábrego implacable:
En vano a su furor busco un abrigo,
que hacia el abismo lóbrego, insondable,
el leño en que me apoya va conmigo.
¿Y no hay refugio, oh tiempo, y altanera
pasará tu segur en mi garganta,
sin que afligida el alma en pena tanta
pueda hallar contra ti firme barrera?
No oyes mis quejas: en mi angustia fiera
el batir de tus alas no me espanta;
que aun derribado ya bajo tu planta,
luchara ardiente si posible fuera.
¡Ay! deshecho el timón, quebrado el cable,
flotante sobre un piélago enemigo,
mísero ruega al ábrego implacable:
En vano a su furor busco un abrigo,
que hacia el abismo lóbrego, insondable,
el leño en que me apoya va conmigo.