29.08.2010, 09:37
Al carbón
Bajo las ramas de copudo roble
y entre las ondas de negruzca charca,
blanco nenúfar, como débil barca,
se balancea sobre el tallo doble.
Cerca del bosque, en actitud inmoble,
viejo león, cual vencedor monarca,
a los dominios que su vista abarca
dirige ufano la mirada noble.
Cae la lluvia. En la arenisca ruta
abre su boca sepulcral caverna
cuya sombra abrillanta la llovizna,
y una leona con la piel hirsuta
en su recinto lóbrego se interna
mordisqueando de yerba húmeda brizna.
Bajo las ramas de copudo roble
y entre las ondas de negruzca charca,
blanco nenúfar, como débil barca,
se balancea sobre el tallo doble.
Cerca del bosque, en actitud inmoble,
viejo león, cual vencedor monarca,
a los dominios que su vista abarca
dirige ufano la mirada noble.
Cae la lluvia. En la arenisca ruta
abre su boca sepulcral caverna
cuya sombra abrillanta la llovizna,
y una leona con la piel hirsuta
en su recinto lóbrego se interna
mordisqueando de yerba húmeda brizna.