12.09.2010, 15:06
El tronco seco
No a tu piedad desatentado pido
que prolongues, Señor, mi vida errante,
cuando triste, caduco y vacilante,
a la región me acerco del olvido.
Árbol frondoso en el abril florido
yérguese altivo, fértil y arrogante...
-¡Ay de él si no da sombra al caminante,
ni engalana el vergel, ni ampara el nido!...
Así el anciano, cuando el sol declina,
rinde a la tierra su postrer tributo,
humilde esclavo de tu ley divina...
-¡Hermosa y sabia ley!... Doblado y hueco,
sin verdes ramas, sin dorado fruto,
¿de qué sirve, Señor, el tronco seco?...
No a tu piedad desatentado pido
que prolongues, Señor, mi vida errante,
cuando triste, caduco y vacilante,
a la región me acerco del olvido.
Árbol frondoso en el abril florido
yérguese altivo, fértil y arrogante...
-¡Ay de él si no da sombra al caminante,
ni engalana el vergel, ni ampara el nido!...
Así el anciano, cuando el sol declina,
rinde a la tierra su postrer tributo,
humilde esclavo de tu ley divina...
-¡Hermosa y sabia ley!... Doblado y hueco,
sin verdes ramas, sin dorado fruto,
¿de qué sirve, Señor, el tronco seco?...