21.10.2010, 17:52
Peza, Juan de Dios
México. 1852 - 1910
Sobre mi tumba
En ti no caben ni desdén ni olvido;
en tu celda distante y solitaria
me das una oración ferviente y diaria;
¡Unico don que para mi te pido!
Y hasta mi hogar desierto y escondido
llega el suave rumor de tu plegaria,
aroma de la tierna pasionaria
que ha ganado el altar y yo he perdido.
Ora siempre por mi, mi bien amado,
que en esta vida deleznable y dura,
¡Tú eres sierva de Dios, yo del pecado!
Y que digan al ver mi sepultura:
¡Yace aquí un pecador que fue salvado
por la piedad filial de un alma pura!
México. 1852 - 1910
Sobre mi tumba
En ti no caben ni desdén ni olvido;
en tu celda distante y solitaria
me das una oración ferviente y diaria;
¡Unico don que para mi te pido!
Y hasta mi hogar desierto y escondido
llega el suave rumor de tu plegaria,
aroma de la tierna pasionaria
que ha ganado el altar y yo he perdido.
Ora siempre por mi, mi bien amado,
que en esta vida deleznable y dura,
¡Tú eres sierva de Dios, yo del pecado!
Y que digan al ver mi sepultura:
¡Yace aquí un pecador que fue salvado
por la piedad filial de un alma pura!