23.10.2010, 09:24
Valdés Miranda, Bruno
Cuba.
Una vieja verde
Es esta vieja verde, una tarasca
que tiene una mirada picaresca,
que se enciende más pronto que la yesca
y que palitos de tabaco masca.
Suele de vez en cuando su borrasca
correr a palo seco y brisa fresca;
armar con la vecina alguna gresca
con su mal, su pimienta y su hojarasca.
Aún por los valles de Cupido trisca;
y si logra atrapar alguna mosca,
la acorrala, la envuelve y la chamusca.
Dicen que fue en sus quince una odalisca,
mas hoy, que la vejez su cuerpo enrosca
es una miserable pelandusca.
Cuba.
Una vieja verde
Es esta vieja verde, una tarasca
que tiene una mirada picaresca,
que se enciende más pronto que la yesca
y que palitos de tabaco masca.
Suele de vez en cuando su borrasca
correr a palo seco y brisa fresca;
armar con la vecina alguna gresca
con su mal, su pimienta y su hojarasca.
Aún por los valles de Cupido trisca;
y si logra atrapar alguna mosca,
la acorrala, la envuelve y la chamusca.
Dicen que fue en sus quince una odalisca,
mas hoy, que la vejez su cuerpo enrosca
es una miserable pelandusca.